viernes, 2 de noviembre de 2012

ESTANDO DE VACACIONES EN ÓRGIVA...


el verano del 2004 y el último verano que pasaríamos con nuestro hijo, nos fuimos un día a Granada. 
Habíamos alquilado un carro y además de pasear por pueblitos de la Alpujarra, fuimos a Salobreña, de la cual dijo Peter que parecía un barco blanco de lejos, a las cuevas de Nerja que a Johan le encantaron, a Almuñecar, donde nos bañamos en el mar y claro, a la Alhambra, a Granada. 
De paseo por la ciudad pasamos por una tienda de discos. De allí salía la melodía de una canción que me encantó. Yo sabía que iba  a entrar, que me iba a demorar y que Peter y Johan no iban a tener paciencia de esperarme, así que les dije que nos encontráramos en una hora en el Corte Inglés, que se veía desde allí. Eso acordamos y yo entré. Las dueñas de la tienda eran dos hermanas ya entradas en edad y hablamos de música. Les pregunté, mientras oía todo el disco de Luis de Córdoba, que era el que tenían puesto, por varios de los cantantes de los discos de mi abuelo en Colombia. Conocían la mayoría, pero no a Miguel Herrero. Me encantó Luis de Córdoba, sus cantes, su voz y la  dulzura con la que cantaba. Eran cantes de ida y vuelta. Naturalmente lo compré y me lo traje. Lo tengo aún y a pesar de que dejé de oirlo por los recuerdos que me traía, con los años volví a escuchar música y a ponerlo. Las primeras veces que lo volví a oír me dolía enormemente, sin embargo, poco a poco he recuperado la alegría de la  música, entre ella el disco de Luis de Córdoba.
Pondré aquí una que no está en el disco pero que he escuchado y me ha gustado mucho.
Luís se llama Luís Pérez Cardoso más conocido con su nombre artístico de Luís de Córdoba ya que nació en Posadas, Córdoba en 1950.
Y una que sí está en mi disco

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