jueves, 13 de febrero de 2020

ORADOUR-SUR-GLANE Y LA HIJA OLVIDADA DE ARMANDO LUCAS CORREA ORREA

NO SE PUEDE OLVIDAR, SE PUEDE PERDONAR,
PERO NO DEBEMOS OLVIDAR, ESTO NO PUEDE NI DEBE REPETIRSE

He terminado en estos días "La hija olvidada" de Armando Lucas Correa.
Sé que estuvo en la Feria del libro de Gotemburgo este otoño pero estuve trabajando y desgraciadamente no pude ir, ganas no me faltaron.
He leído antes "La niña alemana" y como es una trilogía vendrá pronto "La viajera nocturna", que leeré en cuanto salga.
Me gusta su forma sencilla, directa y descriptiva de escribir y me gustan sus historias. Escribe y describe un hecho histórico, de manera diferente y envolviéndolo en mucho sentimiento sin caer en el sentimentalismo. 
La consciencia, los remordimientos, sentimientos de culpa, todo esto que se borra o trata de olvidar ante la obligada tarea de sobrevivir.
No puedo dejar de haber leído este libro sin ayudarle a reivindicar este pequeño y "olvidado" pueblo, como "la hija" de su historia.
No podemos olvidar estos hechos de un pasado no tan lejano y menos aún en este presente cargado de semejanzas y premoniciones de algo venidero. En estos tiempos oscuros que rememoran terribles actos cometidos, muchos de ellos impunes todavía, es de  tremenda importancia lo que debemos escuchar, documentar y leer de ese negro período de nuestra existencia.
Tenemos que, como seres inteligentes y razonables que supuestamente somos, reflexionar, comparar y evitar en lo que sea posible que se repitan estas historias. Ya sucedió una y otra vez, basta ya. 
¿Por qué no se unirán los hombres sedientos de aceptación, de identificación, de ansias de poder, de cualquier motivo que necesiten en hacer más bien el bien? ¿Por qué no unir sus fuerzas y energías en tratar de lograr un mundo menos contaminado, menos desigual, menos destructor? ¿En tratar de unirse para limpiar, para sanar, para construir?
Hemos avanzado rápida y enormemente en el campo de la tecnología, tanto, que muchos tenemos dificultades en seguirla, pero nos hemos olvidado de nosotros, del pequeño y frágil ser humano, de cómo y qué hacer para mejorar nuestra existencia, no solo la mía, la tuya, sino la de todos, por la simple y sencilla razón de que todos vivimos en el mismo planeta y este planeta es nuestro hogar, el de todos, y queramos aceptarlo o no, lo que hagamos aquí, tiene resonancia allá, lo que se haga en la Patagonia, tiene consecuencias en Alaska y ya es hora de que nos concienticemos antes de que nos autodestruyamos.
Muchas veces me deja perpleja el que en las religiones se incluya el "no matarás", pero cuántos "religiosos" políticos y mandatarios, que con libro sagrado en mano juran seguir las leyes y gobernar con la "ayuda de dios"...
Esto incluye castigos inhumanos y hasta la pena de muerte, cuando supuestamente solo dios da y quita la vida...al parecer deben creerse dioses...
Cuánta falta de lógica, de sentido común, de raciocinio, de verdadera moral, de humanidad...
Cuántas guerras sin sentido, cuántos hijos, hermanos, padres, familias desaparecidas, para nada...
Ojalá que al igual que la tecnología, avance con la misma rapidez la capacidad filantrópica, empática, humanitaria en el mundo, porque ¡es urgente!

Madre anoche en las trincheras
Raquel Eugenio
Caminando por el campo
En el suelo vi que había
Una carta ensangrentada
De 40 años hacía
Era de un paracaidista
De la octava compañía
Que a su madre le escribía
Y la carta así decía:
Madre anoche en las trincheras
Entre el fuego y la metralla
Vi al enemigo correr
La noche estaba cerrada
Apunté con mi fusil
Al tiempo que disparaba
Y una luz iluminó
El rostro que yo mataba
Era mi amigo José
Compañero de la escuela
Con quien tanto yo jugué
A soldados y a trincheras
Ahora el juego era verdad
Y a mi amigo ya lo entierran
Madre yo quiero morir
Ya estoy harto de esta guerra
Madre si vuelvo a escribir
Tal vez sea desde el cielo
Donde encontraré a José
Y jugaremos de nuevo
Si mi sangre fuera tinta
Y mi corazón tintero
Con la sangre de mis venas
Te escribiría "te quiero"
La la la la la la la la
                                                                   MC@😊


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