No sé cómo hacemos...en cierto modo es un misterio.
No sé cómo logramos sacar fuerzas de no sé dónde, de no sé qué pozo profundo e inagotable para segundo a segundo, minuto a minuto, hora a hora, día a día poder sobrevivir.
Y así, de ese modo van pasando los días, van pasando los años...se nos va pasando la vida y de pronto un día nos dice el espejo que se nos ha ido no solo la juventud que se nos han ido las ilusiones, las esperanzas.
Hay momentos y hay días duros en que todo es tristeza. Sin que por ello haya un motivo especial. O tal vez sí, pueda ser que todo tenga su fondo en esa enorme pérdida y ausencia eterna que me acompaña y me acompañará toda la vida. Pueda ser que sea eso lo que me hace ver y sentir todo con menos alegría y falta de entusiasmo.
Estamos viviendo un período en el mundo que no es nada fácil.
Acabamos de salir de tantas guerras inútiles, crueles, devastadoras, ya que no hay guerra justificada ni de ganadores, toda guerra deja tan solo perdedores, y ya se sienten otra vez aires revueltos por los mismos motivos de guerras predecesoras.
Cuántas catástrofes ambientales causadas por nosotros y seguimos y seguimos...
Cuántos años de historia llevamos a cuestas y todavía millones de niños sin cama ni comida, todavía pueblos enteros matándose paradójicamente entre sí, a causa y por causa de una religión, médicos luchando por salvar una vida cuando en un segundo cualquier fanático se vuela cientos.
Todavía hombres, y desgraciadamente no tan pocos, para quienes la mujer vale menos que cualquier perro callejero, también completamente paradójico e ilógico, ya que todo ser humano es producto de una madre y un padre naturalmente, y además, muchos de ellos con hermanas e hijas. Inentendible, para mí, completamente inentendible, incomprensible.
Al acostarme siempre pienso, en todos esos niños durmiendo a la intemperie, sobre una superficie dura, fría y sin el calor de una triste cobija, por ni nombrar el calor de un ser humano, el abrazo y el cariño de un padre o una madre.
El actual adelanto de la humanidad es tan solo técnico, frío, este mundo técnico avanza a pasos agigantados y ni podemos seguirle, nos va dejando atrás cada vez más sorprendidos, más insatisfechos, completamente incapaces de muchas cosas, menos empatibles y también, paradójicamente en este mundo de la comunicación, menos comunicados y cada vez más aislados y solos que nunca.
Son algunos de los pensamientos no muy optimistas que me invaden al ver y escuchar las noticias de este nuestro mundo que habitamos y para regalarme un diminuto rayito de luz y de posible consuelo en la enorme falta de mi hijo me digo que por lo menos no sufrirá con lo que venga...
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