HERMANO MÍO...

...Javi querido
Ya no estás con nosotros. Te has ido para siempre este 25 de diciembre a la una y media de una nueva mañana que no alcanzaste a ver. A los 58 años recién cumplidos el 22 de noviembre. Dos años mayor que yo y uno menor que Roci.
El dolor que causa la falta de una persona querida es incontrolable y nada lo puede impedir.
Compartimos nuestra niñez, recuerdos, alegrías, tristezas...Espero poder compartir nuestros recuerdos mañana por la noche, cuando me encontraré con los míos, si el destino así lo permite. Hablamos y vivimos como si tuviéramos una indudable seguridad de que seguiremos viviendo, cuando lo único que es cierto  y de lo que podemos estar seguros es de que todos tenemos el mismo destino final, unos más tarde, otros más temprano sin que nadie sepa cuando le tocará. Deberíamos añadir a esa frases futurísticas lo que la abuelita materna siempre decía....."si Dios quiere"... o el destino, o la suerte como yo digo ahora.
Por qué duele tanto? Será porque nos causa una enorme tristeza saber que esa persona no verá más el sol, ni un nuevo amanecer, ni oirá los pajaritos trinar, ni verá el azul del mar, ni podrá escuchar la música que le gustaba ni ver las películas o leer los libros que le interesaban, ni disfrutar de sus comidas favoritas... o, porque a nosotros nos hacen falta, nos dejan un vacío, un hueco enorme en el corazón, imposible de remendar y rellenar, tal vez ambas cosas. Sabemos que tendremos que sobrevivir a punta de lágrimas y de recuerdos...
Javi querido, te llevamos todos con nosotros.
Una canción, falta mi querido Johan, faltas tú y falta el abuelo...sin embargo estarán con nosotros, de otra manera pero ahí estarán, mientras los llevemos en nuestro recuerdo tendrán vida en nosotros.